Energía hidráulica que genera estabilidad
En las afueras del parque nacional más antiguo de África, el Parque Nacional de Virunga, se construyó una central hidroeléctrica gracias a este proyecto climático. En el interior de la central, tres turbinas son movidas por la fuerza del agua del río Rutshuru, generando unos 90.360 MWh de energía renovable al año. El agua del río se desvía primero a un canal y luego pasa por las tres turbinas antes de ser redirigida al río Rutshuru. La ventaja: Como la central no necesita un depósito de agua, no hubo necesidad de grandes cambios en el paisaje.
El proyecto de energías renovables aumenta la cuota de energía verde en la red eléctrica y contribuye a mejorar la autosuficiencia energética de la República Democrática del Congo. También crea puestos de trabajo locales y, al electrificar zonas donde antes no había electricidad, más seguridad. En particular, las mujeres y los niños pueden sentirse más seguros gracias al alumbrado público, por ejemplo.
Las centrales hidroeléctricas utilizan la energía del agua para generar electricidad. La energía se aprovecha haciendo pasar el agua por una turbina. Bajo la presión del agua, la turbina gira y transfiere esta energía a un generador, que convierte la energía cinética en electricidad. Este principio se aplica a todo tipo de centrales hidroeléctricas: desde pequeñas centrales de pasada hasta centrales de bombeo en masas de agua como lagos.
En muchas partes del mundo, la electricidad se sigue generando principalmente a partir de combustibles fósiles. La energía hidroeléctrica limpia puede sustituir parte de esta energía intensiva en emisiones y ahorrar así emisiones de carbono de forma verificable. En la mayoría de los proyectos hidroeléctricos, la electricidad se alimenta a una red eléctrica regional, diversificando el suministro energético y mejorando la seguridad energética en zonas afectadas por la escasez de energía y los apagones. A menudo, estos proyectos también crean puestos de trabajo para la población local. Así pues, los proyectos hidroeléctricos contribuyen de forma importante al suministro de energía limpia y a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Los proyectos de esta tecnología en la cartera ClimatePartner están registrados con normas internacionales.
TipoReducción
LocalizaciónRD Congo, Virunga
EstándarVCS
TecnologíaHydropower
ID de registro1716
Verificado porApplus+ LGAI Technological Center, S.A
Validado porTÜV NORD CERT GmbH
Reducción anual estimada de emisiones46.414 t CO₂
Cuatro criterios para que los proyectos cumplan los umbrales de calidad
El ciclo de vida de un proyecto climático
Un proyecto climático tiene un ciclo de vida determinado que consta de varias fases, desde la evaluación de la viabilidad hasta la retirada de las Reducciones Verificadas de Emisiones (REV).El promotor del proyecto revisa la viabilidad general del proyecto, el diseño y la financiación. A continuación, se prepara el Documento de Diseño del Proyecto (DDP), que contiene toda la información básica sobre el proyecto, como el objetivo, la ubicación, el calendario y la duración.
En esta fase, auditores independientes examinan el DDP y la información que contiene. Esta fase también suele incluir visitas sobre el terreno con entrevistas y análisis in situ. Los auditores son inspectores acreditados e imparciales que deben estar aprobados por la norma pertinente como organismo de validación y verificación (OVV). TÜV Nord/Süd, S&A Carbon LLC. y SCS Global Services son ejemplos de VVB.
Una vez validado, el proyecto puede registrarse con una norma como la Verified Carbon Standard o la Gold Standard. Todos los proyectos climáticos de alta calidad se basan en normas internacionales. Proporcionan el marco para el diseño, la construcción, la contabilidad del carbono y el seguimiento de los proyectos. Las normas reconocidas hacen que el sistema de proyectos climáticos y los propios proyectos sean resilientes, trazables y creíbles.
Una vez registrado el proyecto climático, comienza el seguimiento. Aquí, los promotores del proyecto supervisan y documentan los datos de las actividades y los avances del proyecto. La duración de la fase de seguimiento varía de un proyecto a otro: puede abarcar dos años, pero también es posible que se documente a lo largo de cinco o siete años.
Al final de cada fase de seguimiento, un VVB comprueba y evalúa si los valores y las actividades del proyecto que figuran en el informe de seguimiento son correctos. Al igual que en la validación, las visitas al emplazamiento del proyecto suelen formar parte del proceso de verificación.
Una vez verificadas, las reducciones de emisiones confirmadas en la fase de verificación pueden expedirse como REV. Las fases de seguimiento, verificación y expedición de REV se repiten periódicamente y, por tanto, se consideran un ciclo.
Una vez que se ha utilizado un REV, hay que retirarlo. Este proceso también se refleja en el registro. Si la financiación de un proyecto climático se realiza a través de ClimatePartner, las REV se agrupan en un sistema certificado por TÜV Austria y se retiran periódicamente. Así se garantiza que cada REV ya no pueda venderse y solo se utilice una vez, evitando la doble contabilidad.
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